sábado, 5 de noviembre de 2005

Merecimientos

Ayer, luego de los disturbios, el Intendente de Mar del Plata Daniel Katz decidió "dar la cara" y se acercó a la zona donde estaban los vecinos perjudicados para decirles que el Estado (es decir, todos nosotros) se haría cargo de los daños (que fácil es solucionar problemas con la plata ajena Katz). La gente lo rechazó. Katz sabía que eso podía ocurrir. Escuché al Intendente en el programa de Guinzburg ANTES de acercarse a la zona de los daños. Allí cerró su participación diciéndole a Guinzburg: “hablamos el lunes si la gente no me caga a patadas”. Luego escuché en el programa de Carnota como la gente intentó cagarlo a patadas. Y a la noche vi en TV como el intentedente buscaba evitar, casi desesperado, que lo cagaran a patadas. Todo lo que puedo decir es que se merece que lo caguen a patadas. ¿Para qué fue a ver a los daminificados en el peor momento?

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