A confesión de parte
Cita Ambito Financiero en su edición de Internet al Ministro Aníbal Fernández justificando el doble asueto a la administración pública:
"Es muy caro y es un dispendio importante poner en marcha la administración por un día, cuando las conclusiones que se sacan son mínimas". Defendió así la medida adoptada por el Gobierno que estableció asueto los días 24, 26 y 31 de diciembre y el 2 de enero próximo para los estatales. Insistió que la medida se toma "cuando se evalúa el resultado magro que arrojan este tipo de días 'sandwich' donde la mayoría trata de rajarse".
Nuestros conservadores domésticos estarán de parabienes. ¿Qué otra prueba para la baja productividad del sector público? ¡Y en boca y bigote del Ministro Fernández, un defensor de la cosa pública!
La verdad es que la medición de la productividad y el producto no es un problema menor. Cuando se trata del sector público, la solución (mala) es medir el producido por el valor de los insumos. Más breve: medimos output por input. En ese sentido, ¡la decisión del gobierno no afecta el PIB!
Claro que no deberíamos cometer una falacia de composición y suponer que si el asueto se extendiera en el tiempo el PIB no se vería afectado.
Uno quiere creer que Aníbal Fernández no quiso decir lo que dijo. O bien que este gobierno peca de excesivo realismo.