"presunta utilización de facturas falsas para simular compras de bienes y servicios, con el propósito de inflar engañosamente sus costos, reducir de manera fraudulenta sus ganancias y sumar crédito fiscal en el IVA, para no transferir al fisco parte de este impuesto que retienen a sus clientes."
Nudler cuenta como el juez Speroni sugiere que la AFIP no actuó con la diligencia apropiada.
Luego relata la reacción de la AFIP a su artículo (y a la sentencia, uno quiere creer).
Y luego ahonda aun mas en la actuación del juez. Y la hunde.
En cualquier país desarrollado, la investigación de Nudler sería resaltada al menos por los principales medios económicos. Los fraudes fiscales interesan al contribuyente porque lo que no pone el evasor, lo pone la gente. Acá no. Mientra pongan avisos...
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