domingo, 26 de marzo de 2006

Verdad a medias

Todavía me sorprende que Mariano Grondona sea leido con respeto por alguna gente. Y no me refiero a su golpismo consistente sino a la pobreza intelectual de sus argumentos. En El Síndrome de la Mujer de Lot, MG se queja de una media verdad. Quiero citarlo en extenso:

"Pocas veces hemos asistido a una campaña mediática tan intensa como la que se desplegó esta semana en torno del golpe militar del 24 de marzo de 1976. Los medios audiovisuales lanzaron, uno tras otro, programas especiales para recordar lo que sucedió hace treinta años. Era como si estuvieran en cadena, pero no en una cadena "simultánea" como la música que acompañaba a los golpes militares sino en una cadena "sucesiva" de emisiones destinadas a machacar la misma idea.

La recordación de la tragedia fue unilateral, ya que los crímenes de la guerrilla fueron ignorados. La campaña mediática, iniciada por el Presidente al declarar feriado nacional permanente e inamovible el 24 de marzo como si fuera un nuevo 9 de julio y completada por él mismo en su discurso del Colegio Militar, fue acompañada con convicción por el puñado de los ideólogos que lo rodean y con sospechoso entusiasmo por la vasta legión de los oportunistas de siempre.

Al penetrar la ideología setentista en las escuelas, donde se dictaron clases alusivas que apuntaban a la misma meta, a la campaña mediática pareció agregarse el intento de "lavar el cerebro" de la generación que nada recuerda porque no había nacido en 1976. Un intento en cierta forma desesperado porque esa generación vivirá, inevitablemente, su propia historia.

El comportamiento de los militares durante los años setenta fue monstruoso. Pero el horror militar fue la mitad de lo que pasó. Al callar la otra mitad del horror, desde el Estado se ha alentado la difusión de una media verdad sobre los años setenta. La media verdad, empero, es una de las formas más insidiosas de la mentira."


Me limito a los comentarios obvios.

Sobre la "campaña mediática tan intensa" tal vez MG no recuerda aquella más intensa como lo fue Malvinas y de la que él formó parte.

¿Qué se entenderá por ideología setentista? ¿Reducir el nivel de endeudamiento? ¿Pagarle de un saque al FMI? ¿Tener el salario real más bajo de la historia medido en poder adquisitivo de alimentos? ¿De qué corno habla MG?

¿Penetrar en las escuelas? ¿Y qué quiere enseñarle a los chicos? ¿El valor de la picana? ¿O su falso dilema moral sobre torturar a quién puso a una bomba para qué confiese dónde está?

Comparar la aplicación sistemática del terror por parte del estado con los crimenes horribles de la guerrilla no tiene ningún sentido. Para los criminales, juicio y castigo, sean del lado que sean. Se dirá fue una guerra y entonces queda la respuesta de siempre: ¿y la convención de Ginebra, MG? ¿O no la enseñan en la facultad de Derecho?

Y sobre verdades a medias, ya contestó Arthur Koestler en su discusión intelectual con el totalitarismo comunista: "defendemos una verdad a medias contra una mentira completa".

Si MG realmente tuviera alguna capacidad para filosofar debería saber, como también escribió Koestler, que "la verdad última es previamente una falsedad" (The ultimate truth is penultimately a falsehood)

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