lunes, 2 de junio de 2003

Rogoff nos visita y ¿nos enseña?

Está de visita el director del departamento de Investigación del FMI, Kenneth Rogoff. Por eso,me puse a leer un artículo suyo publicado en The Economist el 8 de marzo del 2002 titulado "Managing the World Economy". Allí Rogoff señala seis asuntos claves para el manejo de la economía mundial. Como siempre, vayan algunos comentarios de una lectura rápida.

Primero, Rogoff se ocupa de los déficit en cuenta corriente y dice que “… if we begin to think ahead, it becomes obvious that the real challenge is not to reduce current-account imbalances but to find ways to sustain bigger ones, albeit properly directed.”. La noción de que el problema no es el déficit sino como se gasten los dólares no es nueva. Por ejemplo, durante la convertibilidad se decía que siempre que se trate de un déficit del sector privado y sea consecuencia de la importación de bienes de capital, no era riesgoso. Parece que aprendimos que el sector privado no es mucho mejor previsor que el sector público y que, si se invierte en un sector que luego no genera los dólares de exportación, tampoco se evita la crisis de cuenta corriente.

Después, Rogoff habla a los habitantes del mundo desarrollado:

“Isolationists in industrialised countries should stop and look at their populations' advancing age structure. As the dependency ratio explodes later this century, who is going to provide goods and services for all the retirees? There are many elements to a solution, not least allowing expanded immigration from the developing world, with its much younger population. Regardless, one desirable element has to be for the industrialised countries to save abroad by running large current-account surpluses vis-à-vis the developing world. These cumulated surpluses, while facilitating much-needed investment in poorer countries right now, could later be drawn down as the babyboomers
stop working.”

Aquí Rogoff parece estar violando alguna restricción presupuestaria intertemporal (una identidad contable, bah). Veamoslo un poco más claro. La población de los países desarrollados envejece y cada vez hay menos trabajadores por pensionado rentista. Por eso es que los habitantes del mundo desarrollado tienen que invertir en el mundo subdesarrollado donde todavía hay muchos trabajadores activos y, supuestamente, muchas oportunidades de inversión. Sin embargo, en algún momento estos inversores van cobrar sus inversiones a medida que dejan de trabajar y entonces ¿qué hace el país pobre? Supongamos que por varias décadas le fue bien con el ingreso de capitales estable, no especulativo, etc., etc. Entonces, este país pobre estará empezando su propio proceso de transición demográfica, envejecimiento, etc. ¡Y justo ahí le vienen a sacar capital! ¿Dónde habrá otro pobre para invertir, señores? En realidad, tengo dos problemas con el razonamiento de Rogoff: uno es, como trate de explicar, el asunto de la frazada corta; el otro, es la idea de que el rendimiento del capital es mayor en los países pobres. En lo primero, parece que Rogoff viola una restricción contable. Para lo segundo, se necesita evidencia empírica. Como, ¿no era un científico este hombre?

No hay comentarios.:

Publicar un comentario