viernes, 23 de diciembre de 2005

Genuflexos

Hoy, en un excelente reportaje radial, Maximiliano Montenegro destruyó a Agustín Rossi, el presidente de la bancada kirchnerista en Diputados.

Montenegro le preguntó porque el gobierno solicitó una vez más la emergencia económica cuando había prometido que no lo iba a hacer. Más aun, el proyecto de ley original no contemplaba la emergencia más que para las renegociaciones de contratos (léase "la caja"). Rossi respondió que era para poner a salvo los bienes de la Argentina frente a eventuales reclamos de acreedores extranjeros. Montenegro le objetó, con buen tino, que la ley argentina poco importa en las decisiones de los magistrados en los tribunales de, por ejemplo, Nueva York que es donde los extranjeros suelen interponer sus reclamos. Rossi no respondió. Refutado su argumento, se calló.

Luego, Montenegro criticó el que se haya aprobado un presupuesto con pagos al FMI cuando sabido es que vamos a precancelar. Es decir que el gobiernos se va a quedar con una autorización de gastos por aproximadamente USD 1600 millones para una erogación que ya va a haber sido realizada. Rossi respondió que el dinero asignado no podía ser utilizado para otra cosa. A lo que Montenegro una vez más le objetó que no es cierto ya que, merced a los superpoderes, el Jefe de Gabine reasigna partidas presupuestarias con simples decisiones administrativas todos los días. Rossi se calló.

Evidentemente a Rossi no le gusta insistir en la mentira. Frente a la evidencia prefiere el silencio vergonzante. O, tal vez, le importa un comino lo que piense la opinión pública de sus débiles defensas de las de por si indefendibles decisiones del gobierno.

Una vez más, la obediencia debida que tanto daño le hizo al país en el pasado.

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