Hay desacuerdo entre los economistas. Samuelson dijo, alguna vez, que "si el Congreso le pidiera a seis economistas su opinión recibiría siete respuestas; dos, sin duda, del volátil Señor Keynes".
Y más entre los periodistas deportivos.
Escribió Christian Leblebidjian en La Nación que el duelo Gracián v. Gago fue un lujo del partido Velez - Boca el domingo pasado. Gago, cuenta, "no cometió ninguna infracción en las 21 pelotas que recuperó".
En cambio, Marcelo Sottile en Ole dice que Gago "se dejó comer las espaldas en los dos goles" y explica la responsabilidad enorme de Gago en los goles de Velez.
Ya lo anticipé en la última oración: Gago fue responsable de estos goles y de muchos otros que le hacen a Boca. Y sin embargo, hay una parte del periodismo que no se cansa de considerarlo la gran revelación del fútbol argentino. ¿Por qué?
No soy un especialista en fútbol pero veo a Boca en casi todos los partidos. Primero, desafío al periodista de La Nación a que me muestre las 21 pelotas que Gago recuperó. Mentira. El otro día, en la cancha, viendo el partido escuchaba a los fundamentalistas maradonianos de Mitre en su relato y ¡cuándo Gago perdió una pelota clara ellos en el relato le echaron la culpa a Ledesma!
El Pato Abbondanzieri lo dijo con claridad: los número cinco son Serna, Cascini y, mejor Mascherano. Pero primero el 5 tiene que quitar pelotas y después jugar bien. Gago ¿si sos tan bueno por qué no jugás de enganche?
Lo dicho, no soy especialista en fútbol pero miro y miro y miro. Y, como todo Argentino, soy un DT en potencia. Soy economista y por eso pienso en términos de incentivos. Si alguna vez se contara quienes tienen intereses en Gago entenderíamos porque alguna prensa lo considera un gran jugador. Otra en cambio se hace la zonza para no pelearse con esos intereses y con el Diego (que son lo mismo). Y finalmente alguno como Sottile se pudre y canta verdades.
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