En un correo privado, el amigo Artemio cuestiona que culpe a Gago por lo bajo que anda Boca. No quise decir eso. Quise decir: 1) Gago no es el gran jugador que buena parte de la prensa dice que es y mucha parte del público (que lo ve por TV, editado) cree que es y 2) su actuación en el partido de River fue muy mala, casi a la altura de Bobadilla o Dátolo.
Pero queda un desafío implícito que es explicar el momento de Boca y veo que todo lo que se dice anda por Lavolpe, el esquema de 3 en el fondo, el tiempo que toma aprender todo, etc. Así que veamos. El esquema de 3 en el fondo no me gusta: el Cata y Silvestre no son muy rápidos y con un 5 como Gago quedan mano a mano con los delanteros rivales. Claramente hay que moverse a un 4 - 4 - 2 que es fácil de entender, rápido de implementar y no necesita un gran enganche (por que no se si Marino hoy puede asumir ese rol; aquel Marino de Newells hubiera podido).
Hay un factor más importante, lo que realmente cambió a Boca: la salida del Pocho Insúa. Los que vemos a Boca en la cancha (es decir, toda la cancha) sabemos lo que el Pocho le daba al equipo. Jugaba y hacia jugar. Insúa es el jugador diferente que tenía Boca (no, no es Rodrigo que patea al bulto) y ahora se le fue.
Era el Pocho nomás.
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