La fuerza de la verdad

Cristina hoy tuiteó en tres partes el contenido del anuncio "La fuerza de la educación". No ví todos los anuncios todavía pero sí se puede notar que la campaña es coherente. Está bueno organizar la campaña alrededor de la idea "la fuerza de". Especialmente en los cortos resulta muy emotivo. Y encima ella, contando lo que quiere contar con esa voz de actriz de teatro que tiene, da una impresión muy convincente. Quedaría un poco mejor si le sacaran la aureola a "Él", pero bueno.

Pero este post no trata de la campaña, sino de lo que dijo. Veamos los tuits, entonces.

Es muy cierto lo que dice Cristina en el último tuit. Para alguien que piensa que en la política fiscal se definen los acuerdos que reflejan las ideas más importantes de la sociedad, los números fiscales muestran de dónde se viene y a dónde se va. La belleza de los números fiscales es que son bien chismosos: cuentan por qué un país determinado está como está y revela todas sus virtudes y todos sus defectos. Además, revisando la historia se descubre  el proyecto de país de todos los gobiernos que pasaron. Y uno hasta podría arriesgarse y decir que cuando el gobierno de turno tiene además el apoyo popular, se descubre el país que sueña la mayoría de sus habitantes.

Pero los números del anuncio son medio raros, la verdad. Debe hacer décadas que Argentina no tiene un gasto público tan bajo en educación. Con un gasto en educación del 2% del PIB, la mitad de los argentinos sería analfabeta. Los números de deuda, sin embargo, son un poco más plausibles. De todas formas, llamaron la atención del co-blogger.

Nada mejor que chequearlos, para lo que usaremos mi fuente preferida: las series de gasto consolidado del Ministerio de Economía.

 

Como se ve en el gráfico de arriba, a Cristina le escribieron mal el libreto. En el año 2003, el gasto en educación era 4,08% del PIB y el gasto en deuda pública 2,4% del PIB, números algo distintos a los que salen en el anuncio. Pensé que a lo mejor se había confundido 2003 con 2001, así que también miré ese año. Tampoco. El gasto en deuda pública sí pega. En toda la historia de la serie hubo sólo un año donde el gasto en deuda pública fue más alto que en el 2001: el malhadado 1982. ¡Pero el gasto en educación era todavía más alto en 2001 que en 2003! En realidad, recién en 2007 se consigue superar el nivel de gasto público en educación en relación al PIB del 2001, y en toda la historia de la serie, que empieza en 1980, el gasto público en educación estuvo siempre arriba del 2%.

De todas formas, nunca estuvo tan alto como ahora, lo que es una buena señal porque muestra que para el gobierno es un área prioritaria. Que Cristina lo use como propaganda política también es un acierto. Se nota que sabe que a su pueblo le importa. La educación en Argentina siempre fue prioritaria para los ricos, los pobres y los medianos y fue la impulsora más grande de esa movilidad social que supimos conseguir y perder entre las vueltas y venidas de las crisis fiscales.

Le hubieran pasado bien los números, nomás. Aunque es cierto que con los números correctos la idea del anuncio no pegaba tan fuerte, y también es verdad que muchos de los anuncios de la campaña te dejan con la piel de gallina. Soy una sentimental.

Update: ELY pasó por acá y vió que la historia no estaba del todo completa, así que termina este post en su blog. Tanta prioridad no se le da a la educación al final.