Exabruptos ajenos sobre el verde
Hoy, en el programa radial diario de Adolfo Castelo (va a la tarde, es todo lo que se), un tal Jorge Halperín se despachó diciendo que a la Argentina retornaba la "timba financiera" (¿cuándo se fue?) que "como todos sabemos" es la causa de nuestros problemas. ¿Por qué? Porque el Banco Central de la República Argentina liberó los controles de capitales y ahora se pueden comprar "medio millón por día" (sic, sic, sic).
Empecemos por lo grosero. Estimado Sr. Halperín, los residentes (no los extranjeros así que se le cayó la mitad de la teoría -y la timba- conspirativa) pueden comprar hasta 500,000 dólares por mes. Por mes, estimado. Hasta el día anterior al comunicado 46806 del BCRA podían comprar hasta 300,000 dólares por mes. Así que, primero, sean más precisos muchachos progresistas. Segundo, el problema no es que los dejen comprar más... ¡el problema es que están vendiendo dólares!
Claro, se venden dólares para apostar a la tasa en pesos que, como bien dijo Halperín, están muy altas pero no, como dijo, "cuarenta veces más altas que en Estados Unidos". Hoy, un depositante en un banco razonable consigue, con mucha suerte, entre el 20% y el 22% a 30 días. Es decir, 10 ó 20 veces más que en el Norte.
Luego, y en apoyo a su tesís, presentó un largo reportaje a Mercedes Marcó del Pont. Obviamente, la Marcó del Pont -que iba grabada- no pudo opinar sobre los dislates pero se despachó con sus propias incoherencias. (¿Por qué todos los desarrollistas suenan igual?).
Finalmente, y saliendo del éter, ¿no era que liberar algo más el mercado favorecía la apreciación, estimado Prat-Gay?
Los "filósofos de la vida material" se revuelven en sus tumbas, seguramente.
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