De acuerdo al diario Clarín del 18 de junio, la ministra Kirchner habría entregado vehículos a los cartoneros:
"La ministra, con Castells y cartoneros: La ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, junto al jefe del Movimiento de Jubilados y Desocupados, Raúl Castells, entregó
ayer camionetas, motos y un auto a cartoneros de Villa Fiorito, para que trabajen sin carros en Buenos Aires."
Hay algo que no me cierra. Pensaba que para el cartonero hormiga, la tracción a sangre era un componente esencial de su actividad. Es decir, si hubiera sido rentable con gastos de rodado, algún capitalista chico la habría emprendido. Luego de juntar los cartones los subían al tren y entonces llegaban al cartonero industrial que les compraba lo recolectado. ¿Cuál es el análisis económico detrás de esta ayuda social? O bien de aquí en más siguen los vales de nafta, o bien la ayuda fue a cartoneros industriales, o bien fue para la foto con Castells, o bien no entiendo nada (esto último es lo más probable).
lunes, 23 de junio de 2003
martes, 3 de junio de 2003
La corte adicta ¿a quién? ¿a qué?
De acuerdo al Clarín online, el Ministro de Justicia habría dicho que "sería bueno que se termine con la Corte adicta". ¿Adicta a quién?. Eso habrá sido con alguna administración anterior porque claramente lo que no hay hoy es una corte adicta al poder de turno.
De cualquier manera, algunos de los fallos de estos good fellas sugieren que son adictos a otras cosas.
De acuerdo al Clarín online, el Ministro de Justicia habría dicho que "sería bueno que se termine con la Corte adicta". ¿Adicta a quién?. Eso habrá sido con alguna administración anterior porque claramente lo que no hay hoy es una corte adicta al poder de turno.
De cualquier manera, algunos de los fallos de estos good fellas sugieren que son adictos a otras cosas.
lunes, 2 de junio de 2003
Los jueces callan por sus sentencias
Como se sabe, la jueza de cuádruple apellido prohibió la fabricación y utilización de anticonceptivos en el territorio nacional. Tanto que el ministro de salud GGG la acusó de "terrorismo sanitario" como nos recuerda el excelente Diario Judicial (www.diariojudicial.com). Lo que también cuenta este excelente sitio es que:
"Lo curioso de este caso es que la propia magistrada, que con tanta enjundia y convicción firmó lo que firmó, luego ,al requerírsele que haga pública su resolución – Diario Judicial.com pretendía publicarla completa para análisis de sus lectores – decidió establecer un nuevo axioma: los jueces no hablan por sus sentencias, sino por sus gacetillas de prensa, y consecuente con ello nos mandó un breve comunicado, donde pretende explicarnos lo que no nos permite leer “porque la prensa malinterpretó mi decisión”."
En fin, Argentina siglo XI, ya se sabe.
Como se sabe, la jueza de cuádruple apellido prohibió la fabricación y utilización de anticonceptivos en el territorio nacional. Tanto que el ministro de salud GGG la acusó de "terrorismo sanitario" como nos recuerda el excelente Diario Judicial (www.diariojudicial.com). Lo que también cuenta este excelente sitio es que:
"Lo curioso de este caso es que la propia magistrada, que con tanta enjundia y convicción firmó lo que firmó, luego ,al requerírsele que haga pública su resolución – Diario Judicial.com pretendía publicarla completa para análisis de sus lectores – decidió establecer un nuevo axioma: los jueces no hablan por sus sentencias, sino por sus gacetillas de prensa, y consecuente con ello nos mandó un breve comunicado, donde pretende explicarnos lo que no nos permite leer “porque la prensa malinterpretó mi decisión”."
En fin, Argentina siglo XI, ya se sabe.
Rogoff nos visita y ¿nos enseña?
Está de visita el director del departamento de Investigación del FMI, Kenneth Rogoff. Por eso,me puse a leer un artículo suyo publicado en The Economist el 8 de marzo del 2002 titulado "Managing the World Economy". Allí Rogoff señala seis asuntos claves para el manejo de la economía mundial. Como siempre, vayan algunos comentarios de una lectura rápida.
Primero, Rogoff se ocupa de los déficit en cuenta corriente y dice que “… if we begin to think ahead, it becomes obvious that the real challenge is not to reduce current-account imbalances but to find ways to sustain bigger ones, albeit properly directed.”. La noción de que el problema no es el déficit sino como se gasten los dólares no es nueva. Por ejemplo, durante la convertibilidad se decía que siempre que se trate de un déficit del sector privado y sea consecuencia de la importación de bienes de capital, no era riesgoso. Parece que aprendimos que el sector privado no es mucho mejor previsor que el sector público y que, si se invierte en un sector que luego no genera los dólares de exportación, tampoco se evita la crisis de cuenta corriente.
Después, Rogoff habla a los habitantes del mundo desarrollado:
“Isolationists in industrialised countries should stop and look at their populations' advancing age structure. As the dependency ratio explodes later this century, who is going to provide goods and services for all the retirees? There are many elements to a solution, not least allowing expanded immigration from the developing world, with its much younger population. Regardless, one desirable element has to be for the industrialised countries to save abroad by running large current-account surpluses vis-à-vis the developing world. These cumulated surpluses, while facilitating much-needed investment in poorer countries right now, could later be drawn down as the babyboomers
stop working.”
Aquí Rogoff parece estar violando alguna restricción presupuestaria intertemporal (una identidad contable, bah). Veamoslo un poco más claro. La población de los países desarrollados envejece y cada vez hay menos trabajadores por pensionado rentista. Por eso es que los habitantes del mundo desarrollado tienen que invertir en el mundo subdesarrollado donde todavía hay muchos trabajadores activos y, supuestamente, muchas oportunidades de inversión. Sin embargo, en algún momento estos inversores van cobrar sus inversiones a medida que dejan de trabajar y entonces ¿qué hace el país pobre? Supongamos que por varias décadas le fue bien con el ingreso de capitales estable, no especulativo, etc., etc. Entonces, este país pobre estará empezando su propio proceso de transición demográfica, envejecimiento, etc. ¡Y justo ahí le vienen a sacar capital! ¿Dónde habrá otro pobre para invertir, señores? En realidad, tengo dos problemas con el razonamiento de Rogoff: uno es, como trate de explicar, el asunto de la frazada corta; el otro, es la idea de que el rendimiento del capital es mayor en los países pobres. En lo primero, parece que Rogoff viola una restricción contable. Para lo segundo, se necesita evidencia empírica. Como, ¿no era un científico este hombre?
Está de visita el director del departamento de Investigación del FMI, Kenneth Rogoff. Por eso,me puse a leer un artículo suyo publicado en The Economist el 8 de marzo del 2002 titulado "Managing the World Economy". Allí Rogoff señala seis asuntos claves para el manejo de la economía mundial. Como siempre, vayan algunos comentarios de una lectura rápida.
Primero, Rogoff se ocupa de los déficit en cuenta corriente y dice que “… if we begin to think ahead, it becomes obvious that the real challenge is not to reduce current-account imbalances but to find ways to sustain bigger ones, albeit properly directed.”. La noción de que el problema no es el déficit sino como se gasten los dólares no es nueva. Por ejemplo, durante la convertibilidad se decía que siempre que se trate de un déficit del sector privado y sea consecuencia de la importación de bienes de capital, no era riesgoso. Parece que aprendimos que el sector privado no es mucho mejor previsor que el sector público y que, si se invierte en un sector que luego no genera los dólares de exportación, tampoco se evita la crisis de cuenta corriente.
Después, Rogoff habla a los habitantes del mundo desarrollado:
“Isolationists in industrialised countries should stop and look at their populations' advancing age structure. As the dependency ratio explodes later this century, who is going to provide goods and services for all the retirees? There are many elements to a solution, not least allowing expanded immigration from the developing world, with its much younger population. Regardless, one desirable element has to be for the industrialised countries to save abroad by running large current-account surpluses vis-à-vis the developing world. These cumulated surpluses, while facilitating much-needed investment in poorer countries right now, could later be drawn down as the babyboomers
stop working.”
Aquí Rogoff parece estar violando alguna restricción presupuestaria intertemporal (una identidad contable, bah). Veamoslo un poco más claro. La población de los países desarrollados envejece y cada vez hay menos trabajadores por pensionado rentista. Por eso es que los habitantes del mundo desarrollado tienen que invertir en el mundo subdesarrollado donde todavía hay muchos trabajadores activos y, supuestamente, muchas oportunidades de inversión. Sin embargo, en algún momento estos inversores van cobrar sus inversiones a medida que dejan de trabajar y entonces ¿qué hace el país pobre? Supongamos que por varias décadas le fue bien con el ingreso de capitales estable, no especulativo, etc., etc. Entonces, este país pobre estará empezando su propio proceso de transición demográfica, envejecimiento, etc. ¡Y justo ahí le vienen a sacar capital! ¿Dónde habrá otro pobre para invertir, señores? En realidad, tengo dos problemas con el razonamiento de Rogoff: uno es, como trate de explicar, el asunto de la frazada corta; el otro, es la idea de que el rendimiento del capital es mayor en los países pobres. En lo primero, parece que Rogoff viola una restricción contable. Para lo segundo, se necesita evidencia empírica. Como, ¿no era un científico este hombre?
Música argentina... según el BCRA
El Banco Central de la República Argentina estrena un nuevo sitio de Internet en www.bcra.gov.ar.
Sin duda que es moderno y vistoso, aunque no muy funcional. No todavía pero espero que lo mejoren con el tiempo. Algo llamativo es la posibilidad de seleccionar música argentina mientras se navega por el sitio. En la selección hay de todo, como en bótica. El Himno Nacional Argentino en versión instrumental de Lito Vitale. Tanguera de Mariano Mores. Adiós Nonino de Astor Genio Piazzolla. Quejas de Bandoneón del inmenso Troilo. También están Mercedes Sosa, Susana Rinaldi, Ariel Ramírez, Los Chalchaleros, Los Fronterizos, Fito Paez y... Diego Torres con su Color Esperanza. Confieso que esto último me molesta un poquito pero serán los gustos "jóvenes" de Prat-Gay y Lacoste.
El Banco Central de la República Argentina estrena un nuevo sitio de Internet en www.bcra.gov.ar.
Sin duda que es moderno y vistoso, aunque no muy funcional. No todavía pero espero que lo mejoren con el tiempo. Algo llamativo es la posibilidad de seleccionar música argentina mientras se navega por el sitio. En la selección hay de todo, como en bótica. El Himno Nacional Argentino en versión instrumental de Lito Vitale. Tanguera de Mariano Mores. Adiós Nonino de Astor Genio Piazzolla. Quejas de Bandoneón del inmenso Troilo. También están Mercedes Sosa, Susana Rinaldi, Ariel Ramírez, Los Chalchaleros, Los Fronterizos, Fito Paez y... Diego Torres con su Color Esperanza. Confieso que esto último me molesta un poquito pero serán los gustos "jóvenes" de Prat-Gay y Lacoste.
domingo, 1 de junio de 2003
Nicolini. Rector de la Facultad de qué????
Hoy en La Nación (www.lanacion.com.ar) el economista Juan Pablo Nicolini publicó un artículo llamado “Una caracterización política” con la intención de explicar que significaba la definición de Kirchner –propia y ajena- como un “keynesiano”. Hay algunas cosas que vale la pena mencionar de este artículo porque este buen hombre es rector de la Universidad Torcuato Di Tella y uno supone que, por lo tanto, es responsable de la formación de varios economistas.
Primero, dice Nicolini que “según Keynes, los precios tardaban en bajar ante bruscas caídas de la demanda, generando una retracción excesiva del consumo”. En fin, que decir ante esto. Joan Robinson calificó a la descendencia hicksiana de Keynes como “keynesianismo bastardo”. Si tenía razón en eso, la versión Nicolini es menos que un embarazo ectópico.
Segundo, dice Nicolini que “el "keynesianismo (…) ofrece soluciones para el corto plazo, hasta que los precios terminen de reaccionar. Cuenta la leyenda que cuando Keynes recibió el comentario crítico de sus colegas argumentando que su análisis no funcionaba en el largo plazo replicó: "En el largo plazo estaremos todos muertos".” Quizás lo más molesto aquí es esto de que “cuenta la leyenda…”. Cuanta ignorancia sobre la historia del pensamiento económico.
Veamos cuando y donde dijo Keynes: “in the long run we are all dead”. Lo dijo en el capítulo tercero de su libro “A Tract on Monetary Reform”. En ese capítulo dedicado a la teoría del dinero y las tasas de cambio (no a la depresión económica) Keynes se ocupaba de lo que, en términos modernos, se conoce como la neutralidad del dinero. La cita completa es:
“It would follow... that an arbitrary doubling of [the money stock], since this in itself is assumed not to affect [the velocity of money or the real volume of transactions] ... must have the effect of raising [the price level] to double what it would have been otherwise. The Quantity Theory is often stated in this, or a similar, form.
Now "in the long run" this is probably true. If, after the American Civil War, the American dollar had been stabilized... ten per cent below its present value ... [the money stock] and [the price level] would now be just ten per cent greater than they actually are.... But this long run is a misleading guide to current affairs. In the long run we are all dead. Economists set themselves too easy, too useless a task if in tempestuous seasons they can only tell us that when the strom is long past the ocean is flat again.
In actual experience, a change in [the money stock] is liable to have a reaction both on [the velocity of money] and on [the real volume of transactions]...”
Volvamos a Nicolini. Dice en el artículo que: “a pesar de las similitudes de nuestra crisis con la Gran Depresión, existen diferencias: la inflexibilidad de los precios supuesta por Keynes tenía su fundamento en la deflación de precios que, aunque menor a la que él mismo esperaba, acompañó a la crisis del 30.”. Esto no tiene ningún sentido. Veamoslo de nuevo: “la inflexibilidad de los precios supuesta por Keynes tenía su fundamento en la deflación” (SIC). ¿De qué habla este hombre?. Lo mejor que puede hacerse es darle el beneficio de la duda y pensar en un error de tipeo o de (in) corrección.
Finalmente, la conclusión es un completo non sequitur que no vale la pena ni comentar.
Hoy en La Nación (www.lanacion.com.ar) el economista Juan Pablo Nicolini publicó un artículo llamado “Una caracterización política” con la intención de explicar que significaba la definición de Kirchner –propia y ajena- como un “keynesiano”. Hay algunas cosas que vale la pena mencionar de este artículo porque este buen hombre es rector de la Universidad Torcuato Di Tella y uno supone que, por lo tanto, es responsable de la formación de varios economistas.
Primero, dice Nicolini que “según Keynes, los precios tardaban en bajar ante bruscas caídas de la demanda, generando una retracción excesiva del consumo”. En fin, que decir ante esto. Joan Robinson calificó a la descendencia hicksiana de Keynes como “keynesianismo bastardo”. Si tenía razón en eso, la versión Nicolini es menos que un embarazo ectópico.
Segundo, dice Nicolini que “el "keynesianismo (…) ofrece soluciones para el corto plazo, hasta que los precios terminen de reaccionar. Cuenta la leyenda que cuando Keynes recibió el comentario crítico de sus colegas argumentando que su análisis no funcionaba en el largo plazo replicó: "En el largo plazo estaremos todos muertos".” Quizás lo más molesto aquí es esto de que “cuenta la leyenda…”. Cuanta ignorancia sobre la historia del pensamiento económico.
Veamos cuando y donde dijo Keynes: “in the long run we are all dead”. Lo dijo en el capítulo tercero de su libro “A Tract on Monetary Reform”. En ese capítulo dedicado a la teoría del dinero y las tasas de cambio (no a la depresión económica) Keynes se ocupaba de lo que, en términos modernos, se conoce como la neutralidad del dinero. La cita completa es:
“It would follow... that an arbitrary doubling of [the money stock], since this in itself is assumed not to affect [the velocity of money or the real volume of transactions] ... must have the effect of raising [the price level] to double what it would have been otherwise. The Quantity Theory is often stated in this, or a similar, form.
Now "in the long run" this is probably true. If, after the American Civil War, the American dollar had been stabilized... ten per cent below its present value ... [the money stock] and [the price level] would now be just ten per cent greater than they actually are.... But this long run is a misleading guide to current affairs. In the long run we are all dead. Economists set themselves too easy, too useless a task if in tempestuous seasons they can only tell us that when the strom is long past the ocean is flat again.
In actual experience, a change in [the money stock] is liable to have a reaction both on [the velocity of money] and on [the real volume of transactions]...”
Volvamos a Nicolini. Dice en el artículo que: “a pesar de las similitudes de nuestra crisis con la Gran Depresión, existen diferencias: la inflexibilidad de los precios supuesta por Keynes tenía su fundamento en la deflación de precios que, aunque menor a la que él mismo esperaba, acompañó a la crisis del 30.”. Esto no tiene ningún sentido. Veamoslo de nuevo: “la inflexibilidad de los precios supuesta por Keynes tenía su fundamento en la deflación” (SIC). ¿De qué habla este hombre?. Lo mejor que puede hacerse es darle el beneficio de la duda y pensar en un error de tipeo o de (in) corrección.
Finalmente, la conclusión es un completo non sequitur que no vale la pena ni comentar.
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