Una vez más, La Ciencia Maldita se convierte en una fuente de lecturas al referirme a un artículo que me hizo saltar algunas lágrimas. Es una reivindicación de Juan Román Riquelme.
Hay que decirlo, y el artículo lo hace, Román, como Borges, es más apreciado en el exterior que en la Argentina (nadie es profeta en su tierra aunque Román, para mi alma bostera, es más grande que Guillermo, Carlitos y Diego, en ese orden).
Casi terminando, el artículo dice:
"He may not run extravagantly with the ball like Ronaldinho, or move and dribble as Kaka can, and he will never score a wonder goal of the kind patented by Maradona. But as he has shown here, and Pekerman has long understood, Juan Roman Riquelme can control the tempo of a game like no one else."
Saben que, creo que Román puede. Simplemente no le interesa. Además, el tiempo es todo. Adentro y afuera.
Para que seguir. Cada uno mira y siente el fútbol como le gusta. Así que poco ganamos entrando en polémicas que, en buena medida, son promovidas por periodistas con poco tema para escribir.
Sólo digo, ahora, y antes de saber si la selección Argentina le gana a México y empieza a cumplir o vuelve derrotada, que no tengo hijos varones y que, si los tuviera, me gustaría contarles que vi jugar a Maradona, a Caniggia, a Tevez, a Guillermo, a Francescoli y, sobre todo, a Juán Román.
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