domingo, 4 de junio de 2006

Chantas

No es una palabra reconocida por la RAE pero sabemos de que hablo. Y la economía está llena de chantas. Dos ejemplos en La Nación de hoy.

Primero, Aldo M. Abram argumenta que El "fin de las crisis" no es real. El artículo es confuso, cuando menos, y está lleno de autobombo (no, tampoco la RAE reconoce esta palabra pero también saben de que hablo). Las citas:

"Si bien no era esperable una crisis en el corto plazo, éstas por lo general no se prenuncian. Recomendé que volvieran a recomponer las reservas rápido, ya que el escenario económico internacional se complicaría hacia mediados de 2006."

"Hasta ahora, la autoridad monetaria compró gran cantidad de divisas (más de 5000 millones de dólares) y hoy está más sólida. El 2 de abril, en una columna en estas páginas y frente a la prédica de muchos economistas y analistas sobre "el fin de las crisis", expuse que a partir de este segundo trimestre las turbulencias externas se agravarían y eso complicaría también a la Argentina."


Que alguien pronostique que el escenario económico internacional se va a complicar no es impresionante. En cambio, que alguien le ponga fecha sí. Según Abram, en su columna del 2 de abril, él avisó (hay que registrarse pero es gratuito).

En ese artículo, Abram cuenta que en el mundo hay muchos problemas estructurales. Señala, con razón, la inflación de los activos financieros e inmobiliarios y el déficit de EE.UU. (aunque hay alguna confusión de causas con consecuencias, no es grave). Más discutible es su visión del problema europeo (¿el fracaso para adaptarse a la revolución tecnológica cómo fuente de una crisis tipo burbuja que se pincha?). Y más aún, su visión de la Argentina típicamente ortodoxa. Pero todo es respetable en el plano del análisis y de las ideas.

El asunto es que en el artículo no hay mención de fechas ni referencia temporal alguna. Entonces, su pretensión de que le puso fecha a la ocurrencia de la corrección (habrá que ver la magnitud de este proceso de venta para estar seguro que es el fin del mundo como lo conocíamos) es falsa. Es un autobombo falso. Es, en suma, una chantada.

Cachanosky también cree que se viene una crisis pero, con prudencia, no se arriesga a ponerle fecha un artículo reciente titulado "La pregunta es solamente ¿cuándo?". Disiento ya que crisis siempre hay pero hoy Argentina es menos vulnerable y, por diferentes razones, no creo que vayamos a tener volatilidades tipo Tequila (de + 7 a - 4, por decir algo).

Pero hoy escribe sobre la sostenibilidad en el precio de las propiedades. Su conclusión es que en las zonas de primera clase ("donde los precios subieron mucho") los precios subieron mucho y la gente va a dejar de comprar y, entonces, "la lógica indica que más de un inversor empezará a analizar otras zonas de la Capital, el conurbano y el interior para seguir ahorrando en ladrillos, ante la imprevisibilidad que sigue mostrando la economía argentina."

Si le cree a Cachanosky compre en Flores. Ahora, no hay estadísticas que nos permitan entender si los precios subieron mucho y donde; no hay análisis comparativo de la suba con otros países del mundo; no hay estadísticas sobre el poder adquisitivo del salario real en términos de metro cuadrado (como el que hace la UADE). No hay nada. Sólo "la lógica" que, frente a la "imprevisibilidad" argentina hace que uno compre ladrillos. (Disgresión técnica: lo de Cachanosky es una aplicación del método austríaco a priori y la ley de rendimientos marginales decrecientes; eso es todo.) Para mi eso es pereza intelectual (igual recomiendo leer a Mises y, sobre todo, a Hayek que no hacía esas cosas). Y su referencia a la "imprevisibilidad" es una chantada porque, sabés que Chantanosky, los bonos argentinos también subieron.

Un economista mediocre con la exigencia de escribir regularmente (lo se por experiencia propia) es un mono con navaja.

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