Ahora que vuelve a la altura, el preparador físico de la selección Fernando Signorini se queja de la altura. Tiene derecho, supongo.
Lástima que lo haga después del escandaloso (sin-Román) 6 a 1 y, peor aún, sin tener en cuenta lo que su jefe pensaba poco hace poco más de un año atrás.
Parece que hay un remedio, pero no garantiza nada, de todas formas.
ResponderBorrarAna, creo que estamos todos de acuerdo que el link que pasaste no se entiendo un carajo, ¿no?
ResponderBorrarPasalo por el traductor de Google.
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