La derrota y la coherencia no se llevan bien, como puede darse cuenta cualquiera que relea mis apostillas futboleras.
A Cerruti le pasa lo mismo, excepto que yo no jodo a nadie y ella gobierna. Dice hoy en Página K que:
"Nuestro gran déficit fue no haber dicho que Macri es el hombre de los negocios en la ciudad".
Sin embargo, Clarín cuenta que, nada menos que en el cierre de campaña, Telerman dijo que Macri:
"no quiere gobernar la Ciudad sino usurparla para hacer negocios".
Lo que tenía que hacer Cerruti es no inventar justificaciones tontas y, quizás, considerar volver al periodismo.