viernes, 30 de junio de 2006

Memoria berlinesa

Osvaldo Bayer concluye así su comentario desde Berlín previo al partido:

"Aplaudamos hoy a quien gane y pierda en esta fiesta del deporte. Pero tengamos presente que en estos dos países, Alemania y Argentina, se cometieron crímenes por los cuales siempre se avergonzará la humanidad."

sábado, 24 de junio de 2006

Artemiópolis

Ya lo dije en varias oportunidades, el blog de Artemio es bárbaro y sin desperdicio. Su aliento a los hermanos brasileños me hizo descostillar de risa (lástima que se lo plagió - y mal - HOMOECONOMICUS).

Román

Una vez más, La Ciencia Maldita se convierte en una fuente de lecturas al referirme a un artículo que me hizo saltar algunas lágrimas. Es una reivindicación de Juan Román Riquelme.

Hay que decirlo, y el artículo lo hace, Román, como Borges, es más apreciado en el exterior que en la Argentina (nadie es profeta en su tierra aunque Román, para mi alma bostera, es más grande que Guillermo, Carlitos y Diego, en ese orden).

Casi terminando, el artículo dice:

"He may not run extravagantly with the ball like Ronaldinho, or move and dribble as Kaka can, and he will never score a wonder goal of the kind patented by Maradona. But as he has shown here, and Pekerman has long understood, Juan Roman Riquelme can control the tempo of a game like no one else."

Saben que, creo que Román puede. Simplemente no le interesa. Además, el tiempo es todo. Adentro y afuera.

Para que seguir. Cada uno mira y siente el fútbol como le gusta. Así que poco ganamos entrando en polémicas que, en buena medida, son promovidas por periodistas con poco tema para escribir.


Sólo digo, ahora, y antes de saber si la selección Argentina le gana a México y empieza a cumplir o vuelve derrotada, que no tengo hijos varones y que, si los tuviera, me gustaría contarles que vi jugar a Maradona, a Caniggia, a Tevez, a Guillermo, a Francescoli y, sobre todo, a Juán Román.

domingo, 18 de junio de 2006

Más chantas

Escribió Mariano Grondona en La Nación que: "el Estado estatista es infinitamente menos eficiente y más corrupto que la iniciativa privada." La desconfianza de Grondona en el "estado empresario" es, en términos relativos al actor privado, infinita. Es decir, un valor mayor que cualquier cantidad asignable. ¿Es realmente así? ¿Tan eficiente y honesto es el sector privado argentino Grondona?

Don't get me wrong. Prefiero al mercado como mecanismo de coordinación antes que al estado aunque creo que las excepciones son muchas. Y muchas veces, en la excepción, alcanza con la regulación antes que con la intervención directa.

Pero, ¿se dan cuenta los lectores que Grondona escribe como un chanta? Chanta en el sentido de sin rigor y sin medida. ¿Se dan cuenta?

domingo, 4 de junio de 2006

Chantas

No es una palabra reconocida por la RAE pero sabemos de que hablo. Y la economía está llena de chantas. Dos ejemplos en La Nación de hoy.

Primero, Aldo M. Abram argumenta que El "fin de las crisis" no es real. El artículo es confuso, cuando menos, y está lleno de autobombo (no, tampoco la RAE reconoce esta palabra pero también saben de que hablo). Las citas:

"Si bien no era esperable una crisis en el corto plazo, éstas por lo general no se prenuncian. Recomendé que volvieran a recomponer las reservas rápido, ya que el escenario económico internacional se complicaría hacia mediados de 2006."

"Hasta ahora, la autoridad monetaria compró gran cantidad de divisas (más de 5000 millones de dólares) y hoy está más sólida. El 2 de abril, en una columna en estas páginas y frente a la prédica de muchos economistas y analistas sobre "el fin de las crisis", expuse que a partir de este segundo trimestre las turbulencias externas se agravarían y eso complicaría también a la Argentina."


Que alguien pronostique que el escenario económico internacional se va a complicar no es impresionante. En cambio, que alguien le ponga fecha sí. Según Abram, en su columna del 2 de abril, él avisó (hay que registrarse pero es gratuito).

En ese artículo, Abram cuenta que en el mundo hay muchos problemas estructurales. Señala, con razón, la inflación de los activos financieros e inmobiliarios y el déficit de EE.UU. (aunque hay alguna confusión de causas con consecuencias, no es grave). Más discutible es su visión del problema europeo (¿el fracaso para adaptarse a la revolución tecnológica cómo fuente de una crisis tipo burbuja que se pincha?). Y más aún, su visión de la Argentina típicamente ortodoxa. Pero todo es respetable en el plano del análisis y de las ideas.

El asunto es que en el artículo no hay mención de fechas ni referencia temporal alguna. Entonces, su pretensión de que le puso fecha a la ocurrencia de la corrección (habrá que ver la magnitud de este proceso de venta para estar seguro que es el fin del mundo como lo conocíamos) es falsa. Es un autobombo falso. Es, en suma, una chantada.

Cachanosky también cree que se viene una crisis pero, con prudencia, no se arriesga a ponerle fecha un artículo reciente titulado "La pregunta es solamente ¿cuándo?". Disiento ya que crisis siempre hay pero hoy Argentina es menos vulnerable y, por diferentes razones, no creo que vayamos a tener volatilidades tipo Tequila (de + 7 a - 4, por decir algo).

Pero hoy escribe sobre la sostenibilidad en el precio de las propiedades. Su conclusión es que en las zonas de primera clase ("donde los precios subieron mucho") los precios subieron mucho y la gente va a dejar de comprar y, entonces, "la lógica indica que más de un inversor empezará a analizar otras zonas de la Capital, el conurbano y el interior para seguir ahorrando en ladrillos, ante la imprevisibilidad que sigue mostrando la economía argentina."

Si le cree a Cachanosky compre en Flores. Ahora, no hay estadísticas que nos permitan entender si los precios subieron mucho y donde; no hay análisis comparativo de la suba con otros países del mundo; no hay estadísticas sobre el poder adquisitivo del salario real en términos de metro cuadrado (como el que hace la UADE). No hay nada. Sólo "la lógica" que, frente a la "imprevisibilidad" argentina hace que uno compre ladrillos. (Disgresión técnica: lo de Cachanosky es una aplicación del método austríaco a priori y la ley de rendimientos marginales decrecientes; eso es todo.) Para mi eso es pereza intelectual (igual recomiendo leer a Mises y, sobre todo, a Hayek que no hacía esas cosas). Y su referencia a la "imprevisibilidad" es una chantada porque, sabés que Chantanosky, los bonos argentinos también subieron.

Un economista mediocre con la exigencia de escribir regularmente (lo se por experiencia propia) es un mono con navaja.