sábado, 1 de agosto de 2009

Ex-céntrico

Me decía un amigo economista de otro amigo economista: "se me corrió a la derecha... se me volvió institucionalista". Le respondí: no, hoy somos todos institucionalistas... nos alejaron tanto del centro (aún entendido en forma muy amplia) que todos coincidimoos en la dirección. Y, mirando la dirección, aparecemos todos tirando a la derecha.

El enorme (e inusual) consenso que hay entre los economistas argentinos:

- Arreglar el INDEC
- Moderación fiscal
- Algún tipo de inflation targeting
- Financiar la transición con stocks "estabilizadores"

Y algo menos de consenso en el tipo de cambio de equilibrio:

- Hay quienes creen que el peso real tiene que ser más barato pero que los costos de hacerlo (inestabilidad financiera) superan a los beneficios (¿BCRA?)
- Hay quienes creen que el peso real tiene que ser más barato y que los beneficios de hacerlo superan a los costos (Frenkel, Ferrer, Exabruptos claro)
- Hay quienes creen que el peso real está OK y que simplemente revirtiendo el "riesgo K" se moviliza el atesoramiento

La agenda llama la atención ¿nos volvimos todos ortodoxos? ¿Ahora somos todos institucionalistas?

No. Lo que ocurre es que los Kirchner se volvieron ex-céntricos, en el sentido de fuera del centro. Contando con la mayor disponibilidad de recursos que ningún gobierno de la historia reciente haya tenido, no hubo revolución peronista en la distribución del ingreso; sólo retomamos lo que el menemismo nos robó. Mirando la distribución de la tributación, los Kirchner toleraron (y se beneficiaron) de la inmoralidad tributaria argentina: la exención a las ganancias de capital.

La Argentina es una economía con demasiados rentistas y, como si fuera poco, beneficiados por una bajísima tributación. Atrévanse de una vez: graven las ganancias de capital a las personas físicas y reinstalen el impuesto a la herencia. Sólo así seremos, algún día, un país serio.

Vuelvo. Tan lejos se fueron los K de los cánones de la buena política económica, que hoy muchos coincidimos en la agenda porque tenemos que volver al "centro". Lo hago un poco más concreto. No soy institucionalista: creo que las instituciones no generan crecimiento sino son, más bien, vienen con el crecimiento (son endógenas). Aunque, caveat, tal vez la experiencia de la EU me lleve a revisar esto. Sin embargo, hoy recomponer la credibilidad de las estadísticas públicas es una condición necesaria pero no suficiente para volver a crecer en forma sostenida. Me volví institucionalista no por gusto sino por las condiciones iniciales (finales) donde nos dejó la política de destrucción de las estadísticas públicas.

Dejemos el ex-centricismo.

8 comentarios:

  1. Te recomiendo leer Blasco Garma, para ver la relacion entre pobreza e instituciones, tiene buenos libros.

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  2. Yo no voy a entender nunca por qué en Argentina ser institucionalista es ser de derecha. Si pensamos a las instituciones como las reglas del juego, el respeto por ellas es condición necesaria para que haya democracia y la democracia es la mejor forma, e indispensable, para que haya justicia social.

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  3. Ana, coincido absolutamente con tu visión y con la de Miguel.
    A mí me parece que ser institucionalista está vinculado con la derecha porque durante mucho tiempo estuvo asociado con la ortodoxia,
    cuando se anteponía la "seguridad jurídica" a objetivos sociales más nobles.

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  4. Ser institucionalista es progresista, no de derecha. Las institucionalistas buscan una sociedad donde las transacciones sean impersonales, no personales. No hay nada mas progresista e igualador que esta idea.

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  5. Digo mas, aca esta lleno de Gerchunoffs, tipos que tocan de oido. Cuantos Rollos hablan de instituciones, y nunca leyeron nada serio sobre el tema. Citan a North y dicen derechos de propiedad seguros. y si, suena de derecha. Pero no leyeron a North, y no saben lo que decin. Es institucionalismo berreta.

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  6. Miguel,

    No creo que el (su) institucionalismo este asociado al pensamiento "de derecha". La importancia de las instituciones es algo que pensadores como Veble, Keynes y Minsky siempre tuvieron en cuenta.
    Sin ir más lejos, el período de altísimo crecimiento de los años 2003-2007 (2008?) se debió al reemplazo de un regla institucional (La Convetibilidad) que se había vuelto una verdadera carga para la economía Argentina. Se podría explicar cómo de golpe la tasa de crecimiento efectiva y la del producto potencial de la Argentina se elevaron tan drásticamente sólo en base a las condiciones de "frugalidad y productividad"? No habrán tenido algo que ver las instituciones? (pregunta que yo constestaría con un "obvio", y me imagino que Ud. tmb)

    slds,
    Gualra

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  8. Hay que ver qué pasa en este contexto si de la noche a la mañana el Estado pasa a quedarse con el 35% del retorno a las inversiones. Puede haber un tradeoff entre más confianza del sector productivo por concesiones al agro y/o mayor solidez fiscal percibida vs. más fuga de capitales y desmonetización, más dificultad para colocar deuda, etc. No queda claro que HOY sea de las mejores medidas, al margen de consideraciones de equidad. Tal vez sí en pocos meses.


    Saludos!

    Son las instituciones, estúpido

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