miércoles, 5 de mayo de 2010

Un día de laburo = 100 palos verdes

Según cuenta el NYT, le llevó un día de laburo a Pablo Picasso pintar su "Desnudo, hojas verdes y busto", que se acaba de vender por U$S 106.5 millones estableciendo un nuevo precio récord para una obra de arte.

Y después me vienen con tonterías como la teoría del valor-trabajo.

8 comentarios:

  1. Sin animos de desmerecer a un economista de su talla, no debieramos considerar tambien la apreciacion en el tiempo, el valor tiempo del dinero a través de 78 años?
    Digamos que esa misma pintura se hubiese apreciado en el tiempo a una tasa de un 10% anual (le parece razonable como tasa de interes real anual?)

    Eso nos daría que la pintura esa se aprecio en casi un 1700% durante los ultimos 78 años. Es decir, que el amigo Picasso en realidad generó un valor de casi US$63,000 el día que pintó esa hermosa pintura.

    Las conclusiones que saco son dos:

    1)Saquemos la plata del colchón y busquemos obras de arte.

    2)Recemos por que los artistas de nuestras obras se conviertan en Picasso.

    ResponderBorrar
  2. José:

    Estás haciendo mal la actualización. El punto es que es un montón de guita hoy y era un montón de guita en plata de 1932.

    En reversa, U$S 1,000,000 de 1932 es equivalente hoy (en 2009, en realidad) a lo siguiente:

    $15,700,000.00 using the Consumer Price Index
    $13,600,000.00 using the GDP deflator
    $48,300,000.00 using the unskilled wage
    $58,600,000.00 using the Production Worker Compensation
    $98,700,000.00 using the nominal GDP per capita
    $243,000,000.00 using the relative share of GDP

    La actualización más "conservadora" que acepto entre las razonables es, claro, la última que toma GDP deflator y crecimiento real de la economía. ¿Real anual 10%? ¿Qué economía creció de 1932 en adelante a una tasa real de 10%? (Solow y Maddison combinados tienen algunos usos... uno de ellos es entender que no hay tal cosa como una tasa real de largo plazo del 10%)

    Si hacés la cuenta en reversa como se debe, te da que los 106 palenques de hoy son algo así como USD 435,000 de 1932. Siempre en la más conservadora.

    Para darte una idea, siempre aproximada, en 1932 te comprabas una casa con USD 6510. Es decir que Picasso se compraba 67 casas. En guita de hoy le da para 67 casas de un palo y medio de dólares. Not bad. El salario promedio anual eran USD 1650. Hay algunas inconsistencias en estos últimos dos datos (fuente: http://www.thepeoplehistory.com/1932.html)

    En fin, si querés jugar con los números de cuanta guita podía ser, aquí:
    http://www.measuringworth.com/uscompare/index.php

    (Igual me quedé pensando en lo de la talla... no soy tan alto, circa 1.87 cuando era joven).

    ResponderBorrar
  3. Vamos, Miguel!! Ya sé que don Ricardo le erró como a las peras ahí, pero el ejemplo no es para nada adecuado. A Picasso le llevó un día pintar el cuadro... después de toda una vida aprendiendo. Es como Newton y el cálculo, digamos. La cantidad de horas pasadas creandoló no reflejan el montón de tiempo invertido en aprender lo suficiente como para crearlo en ese tiempo.

    ResponderBorrar
  4. Ricardo, Marx y otros teóricos de la teoría del valor-trabajo suelen poner a las obras de arte como ejemplo de mercancías que son irreproducibles y por lo tanto no están regidas por la ley de valor trabajo. Es la más típica excepción a la regla y sobre la que todo el mundo pregunta cuando cursa Historia del Pensamiento Económico.

    ResponderBorrar
  5. Ah, pero esos cálculos tienen sesgo plutocrático.

    ResponderBorrar
  6. Miguel, el ejemplo no es del todo afortunado porque Picasso no fue el que embolzó el premio, sino, probablemente, un coleccionista, que tomó el riesgo de comprarlo junto con otros muchos cuadros cuando ninguno valía mucho, por lo que deberías ajustar el precio por el efecto lote.

    Pero el punto es válido: como comentaba aquí (http://yeyati.blogspot.com/2010/03/maneras-de-mirar.html#more), el célebre tiburón en formol de Damien Hirst fue vendido directamente al público (vía un galerista) en una suma entre 7 y 12 millones de dólares hace ya algunos años. Traer el bicho de Australia (flete incluído) debió costar unos miles de dólares.

    Más aún: el animal entró en descomposición y fue (dicen) reemplazado por otro por el autor (garantía de fábrica): ¿es la misma obra, con el mismo precio?

    Más aún: No me queda claro quién ensambló la obra pero dudo que haya sido Damián. En la misma línea, la mayoría de las obras del Factory de Warhol (algunas de las cuales fueron expuestas recientemente en el MALBA) fueron, como el nombre de su bunker indica, realizadas por otros (dentro y fuera de la Factoría) bajo su supervisión.

    El principio económico no difiere mucho, a mi modo de ver, al de las marcas, a lo que se suma un no despreciable mercado secundario (¿valor de cambio?). En todo caso, poco que ver con el valor artístico.

    ResponderBorrar
  7. Carlos:
    Si, claro. Picasso se la pasó acumulando capital humano, supongo. Fue él quien dijo, creo, "cuando llegue la inspiración que me encuentre trabjando". Si no hubiera usado el ejemplo trivial de la lotería.

    Oso:
    Es que si te cuento quien fue mi profesor y su ayudante en Historia del Pensamiento Económico... Si, estoy familiarizado con la excepción pero la teoría sigue sin convencerme. Igual, es un exabrupto: no intenté refutarla.

    ELY:
    El laburo se pagó, tarde pero se pagó. Quien se apropió de la cuasi-renta es otra cosa. Interesante la historia del tiburón que habla mal de los coleccionistas. Recuerdo una novela mal llamada policial donde había un pintor que plagiaba su obra clásica temprana con el fin de satisfacer a la demanda y en el intertexto el escritor parecía preguntarse la misma cosa: "¿la misma obra, con el mismo precio?" Parece que en estos asuntos el placer de tener es mucho mayor al de la contemplación estética (sin desmerecer el motivo capitalista). Las marcas no son un día de laburo, que era toda la broma del post.

    ResponderBorrar
  8. Olivera: precisamente, cuasi rentas y teoría del valor-trabajo (pésima traducción consagrada con la que ni siquiera el minucioso Pedro Scarón se atrevió a menterse) no son conceptos compatibles.

    ResponderBorrar