jueves, 1 de mayo de 2008

Siamo fuori

Vamos a ver si hecho luz al asunto. La blogósfera descubrió que el cierre consistente del modelo de objetivo de tipo de cambio real es el ahorro fiscal (target real-real) y varios tratan de explicarlo o criticarlo: Larry, Rollo, Kaloma, entre los mejores; y aún así no me convencen. Así que aquí va mi versión del RER for Dummies.

Cuando el tipo de cambio real es alto (el peso barato) tienden a sobrar dólares (hay un exceso de demanda de pesos). Si se el peso flota libre se aprecia. Para evitar que esto ocurra hay que "comprar" el exceso de oferta de dólares. Hay 3 maneras de hacerlo:

1) Emitiendo pesos (con demanda de dinero)
2) Emitiendo deuda (con consumo futuro)
3) Recaudando impuestos (con consumo presente)

Emitir pesos o deuda denominada en pesos altera la oferta relativa entre activos en pesos y en dólares. Al aumentar la cantidad relativa de pesos los "abarata". Esto es inflacionario per se a menos que: la economía se remonetice o aumente la demanda por deuda en moneda local.

Tuvimos "suerte". La economía se remonetizó a la salida de la crisis hasta, digamos, 2005. Y el canje de deuda exitoso puso a la Argentina en la mira de los inversores y aumentó la demanda por deuda en pesos (se desplazó la curva) como parte de una moda más general.

El proceso de remonetización terminó cuando la economía recuperó niveles normales de liquidez. A partir de allí, toda compra de dólares emitiendo pesos fue inflacionaria.

Y la demanda de deuda local empezó a caer (y sigue cayendo) desde que el gobierno manipuló el IPC (y sí, es equilibrio general: el propio gobierno le dio un tiro de gracia al modelo).

Refuerzo la idea: aumentar el stock de activos en pesos cuando la demanda por activos en pesos no está aumentando (desplazándose la curva) disminuye el valor del peso.

¿Qué queda? Generar demanda genuina por dólares. Si el sector privado los vende entonces el gobierno tiene que comprarlos. Y para que no sea inflacionario tiene que comprarlos con ahorro fiscal y sentarse sobre los dólares.

Hasta aquí, la versión simple.

Sin embargo, God is subtle... decía Einstein.

El sistema bancario también crea dinero y lo viene haciendo sin pausa. El multiplicador bancario crece. Y que el gobierno ahorre más tiene una contraparte distributiva desagradable: reducimos la expansión del gasto en salud y educación para convalidar el consumo de clases media-altas y altas.

Lamentablemente no hay almuerzos gratis. Y llegó el momento de pagar. ¿Qué hace el gobierno? Por ahora nada pero cuando nos comamos algo más de competitividad (el taxi marca 15% de inflación diferencial por año ahora que Brasil no aprecia) van a acelerar la tasa de devaluación con inconsistencia fiscal.

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