miércoles, 23 de junio de 2010

Con todo el poder de la ley

Aunque asuntos separados, la denuncia del piquete de Gualeguaychú y la amenaza velada al ex embajador Sadous representan el costado de la legal de la persuasión (¿represión?) política. En contra del piquete y a favor del secreto de estado, ambas cuestiones me generaban una enorme incomodidad. Gargarella me alivió: "en democracia no hay secretos". Por extensión me di vuelta en la otra: en democracia no hay piquetes justos y piquetes injustos.

4 comentarios:

  1. Discrepo.

    La opinion de Gargarella que "en democracia la santidad de la libertad de opinion hace que no deban haber secretos" (estas son mis palabras), si bien suena bien, carece de sentido.

    Por un lado, la "libertad de opinion", por mas lindo que suene, debe ser inexorablemente una libertad condicionada. Un solo contra ejemplo basta: algun fanatico cientologo que basado en algunos "datos" se montara una campana millonaria en todos los medios para convencer a la gente que esta por haber un cataclismo en Catamarca y que el gobierno esta tratando de ocultarlo, no estaria usando libertad de opinion, estaria cometiendo una irresponsabilidad.

    Lo mismo con los "secretos". Asi como es bueno y sano que todos tengamos "secretos" a nivel individual, o de pareja, lo mismo se da a nivel sociedad.

    Dicho lo anterior, que suena pesimista, vuelvo al tema de la discusion: no tratar de alcanzar lo imposible, sino lo maximo posible. El tema creo, no pasa por leyes que aseguren que no haya secretos en democracia. Eso no solo es algo negativo, sino ademas un imposible.

    El tema pasa por tratar de asegurar que las leyes, y su aplicacion, sean aplicadas en forma transparente y consistente. Que no cambien de acuerdo a quien sea el afectado. Creo que es este el tema que deberia ser preocupante.

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  2. Dandole otra vuelca de tuerca a la opinion anterior, e inspirado por la foto de los periodistas del Washington Post, agrego:

    No hay sistema judiciales buenos o malos. Todos tienen sus ventajas y desventajas. Pero si hay algo que me gusta del sistema judicial anglosajon es que en cada situacion, el "precedente" pesa. En el argentino/espaniol en cambio, cada caso es tratado como tal, como un caso independiente a otros que se hubieran dado antes.

    Las ventajas del argentino es que cada fallo tiene la posibilidad de capturar mejor los detalles propios de cada caso. La ventaja del americano/anglosajon es que tiende a dar consistencia a los fallos.

    La otra desventaja del sistema espaniol/argentino es que, si no existe una tradicion judicial fuerte, es (a mi juicio( mas facil presionar sobre cada caso para lograr fallos acordes al poder de turno.

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  3. ay, los absolutos Miguel¡¡¡¡... cada día te estas poniendo más viejo...

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  4. Como no hay secretos por eso los legisladores del FPV piden que se publiquen las declaraciones de Sadous.

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