A Welfare Economic Perspective".
Parece que a un economista noruego, especialista en økonomiske virkninger knyttet til sport og spesielt sportsarrangementer, se le ocurrió preguntarse si los canales públicos debían transmitir fútbol (u otros deportes) o tenían mejores cosas que hacer con su guita y con su tiempo. La respuesta es la última: hay mejores cosas que hacer con la guita y el tiempo.
Solberg parte de un hecho estilizado: desde comienzos de los años 90, aumentó mucho la demanda por transmitir eventos deportivos y, por lo tanto, el precio de los derechos de transmisión. Justamente esta suba de precios "forzó a que muchas emisoras de servicio público redujeran su participación en la emisión de deportes" y por lo tanto las emisiones caen en los canales de aire o de cable con fines de lucro.
Hay que aclarar, por las dudas, que public service broadcasters se refiere a aquellos que no tienen una motivación de lucro, o la tienen sólo parcialmente.
Sin embargo, apunta Solberg, muchas emisoras públicas europeas "siguieron ofertando, ocasionalmente con éxito" por los derechos de transmisión. En cambio, contrasta, las emisoras públicas australianas decidieron no emitir deportes cuyos derechos de transmisión fueran caros.
El ensayo, entonces, contrasta las dos experiencias - la europea y la australiana - y se pregunta si el estado tiene razones para intervenir en la emisión de eventos deportivos. Y más preguntas, ¿cómo debe hacerlo? ¿Dándole las emisiones a los canales públicos? (la solución argentina y, en parte, la europea) ¿Regulando una lista de emisiones deportivas mínimas que todo canal público debe transmitir? ¿Debe la mayoría de la gente ver en forma gratuita las transmisiones deportivas caras? ¿por qué los europeos eligieron en forma diferente que la recomendación de la economía de bienestar, cual es la salida australiana?
Resumo las respuestas que me interesaron pero hay mucho en el artículo para comentar (tal vez con más tiempo, en otra entrada).
Aparentemente, el financiamiento de programas no comerciales en la TV pública se justifica en base a tres nociones: 1) la elitista cultural (si la gente quiere ver Tinelli, igual hay que darle la posibilidad de que vea Shakespeare), 2) la industria naciente (un programa puede ser no rentable en sus comienzos pero potencialmente serlo con el tiempo, como Peter Capussoto y sus Videos ), y 3) la necesidad de promover la diversidad. También, hay programas que merecen ser hechos pero que un empresario "maximizador" no llevaría adelante.
Transmitir deportes también tiene méritos: promueve la práctica deportiva, lo que tiene consecuencias saludables y por lo tanto externalidad positivas (lo de opio para los pueblos lo dejamos de lado, mejor). Incluso, hasta puede promover la el sentimiento nacional. De allí que existan listas de eventos deportivos obligatorios.
Solberg concluye, haciendo uso del concepto básico de costo de oportunidad, que en la medida que los canales públicos europeos se esfuerzan por transmitir deportes, queda menos lugar para otros bienes meritorios y con externalidades. Si pasan Tigre - Lanús en Canal 7, nos perdemos Feinmann (el que escribe, no el que quema) o 678.
El noruego especula que los canales públicos que compran espectáculos deportivos caros sólo "tratan de mantener su propia popularidad gastando recursos en programas que el público podría haber visto sin cargo en emisoras comerciales" (por ejemplo, cuando Boca juega la copa Libertadores no se transmite por codificado sino por TV abierta; lo mismo con la selección). Después de todo, los mega-eventos deportivos son un anzuelo lo suficientemente atractivo como para que los avisadores los inunden de publicidad y, por lo tanto, la ecuación para la emisora es más ingresos de avisadores y menos de televidentes. Por eso estos mega-eventos casi siempre terminan saliendo en forma abierta, aún cuando el fin es el lucro. Al revés que con los partidos regulares.
"Los mismos objetivos caracterizan las estrategias de los políticos que están involucrados en determinar los objectivos de estas emisoras públicas" argumenta Solberg (que no habla de matar al grupo Clarín, les aseguro). Los políticos apoyan lo que es popular entre los votantes, no aquello que tiene mérito, dice el noruego que sólo verbaliza lo obvio. Es más eficiente regular al mercado que producir el bien, dice Solberg.
La estrategia de las emisoras públicas que transmiten deportes con derechos caros "se basa en las preferencias personales" y no en el bienestar, concluye.
Y después dicen que los economistas no la vieron venir...
Lo interesante es que para asegurar el "fútbol para todos" no hacía falta que el gobierno le pague 600 millones a la AFA. Bastaba con que se sancionase una ley que obligue a la transmisión abierta de los partidos de fútbol (al estilo de los "Listed Events" que menciona Solberg)... De esa manera TyC se hubiese visto forzado a vender su transmisión a la televisión abierta y no hubiese sido necesario desplazarlo del negocio... pero claro, dudo que el interés principal haya sido el de promover el "fútbol para todos"...
ResponderBorrarTa bien Ivan pero si tyc pide una suma que la tv abierta no puede pagar, y si la tv abierta está aliada a tyc, que pasa? lo que estuvo pasando hasta hace 2 meses quizás.
ResponderBorrarPor otro lado acá nadie está pagando un espectáculo caro, el estado está generando un negocio que vende a otros canales, por ej en estos momentos estoy en colombia y miro algunos partidos por tyc o por fox, a quien le están pagando esas dos señales para que yo pueda ver el partido en directo.
No solo de segundos de publicidad vive el hombre.
Por otro lado entiendo y comparto en parte lo que dice el noruego y es cierto que el fútbol u otro deporte no puede sacarnos del aire el programa de divulgación científica u otro, pero lo que también es cierto es que no se puede dejar todo en manos de los monopolios.
Además aguante el fulbo.
Alguien sabe como viene el raiting de los domingos a las 22:00hs?
Abrazo y muy interesante la nota y el post,
ale z
Esto:
ResponderBorrarEl noruego especula que los canales públicos que compran espectáculos deportivos caros sólo "tratan de mantener su propia popularidad gastando recursos en programas que el público podría haber visto sin cargo en emisoras comerciales" (por ejemplo, cuando Boca juega la copa Libertadores no se transmite por codificado sino por TV abierta; lo mismo con la selección)
no aplica en Argentina pre-Ley de Medios Audiovisuales, ya que en muchos lados del interior no llega ni canal 7, sólo el que tiene cable puede ver los canales de aire:
Misterzeta, si sancionás una ley que obliga a la transmisión abierta no hay vueltas, TyC tiene que venderlo a la Tv Abierta, es una ley y la Justicia está allí para obligar a su cumplimiento. Y como la Tv Abierta es gratis en Argentina, todas las personas con un televisor podrían ver los partidos de fútbol.
ResponderBorrarOk Ivan entiendo el punto y está más que claro.
ResponderBorrarNo me quiero imaginar a los defensores de la integridad, la moral y el republicanismo diciendo "...se están metiendo en los negocios privados, la mano del estado quiere sacar de todos lados, atacan la libertad de prensa..."
bla bla bla.
No te suena lo que te digo.
De todas maneras me parece que así es mejor, el 7 llega a casi todo el país y el fóbal es gratarola.
No está mal no?
Abrazo,