domingo, 29 de junio de 2008

Enfermedad argentina

En los años 60, se descubrieron enormes yacimientos de gas en el Mar del Norte. Las exportaciones holandesas subieron muchísimo y entonces el florín comenzó a apreciarse por el enorme superávit comercial. La economía holandesa perdió competitividad.

De allí proviene la expresión “enfermedad holandesa” para referirse a la paradoja de un país que, a pesar de ser más rico, comienza a sufrir las consecuencias de una moneda más cara.

Curiosamente, hoy me topé con dos referencias a la enfermeidad holandesa. Una, que muestra una profunda ignorancia. Otra, que con algunas confusiones plantea cuestiones interesantes.

La enfermedad holandesa puede tomar formas variadas. Descubrimientos de gas y petróleo, aumento en el precio de los commodities, o entrada de capitales para comprar deuda o invertir en la economía real. No todo da lo mismo.

Cuando el país se endeudaba en el exterior, la entrada de capitales era definitivamente de naturaleza transitoria porque lo que había entrado iba a salir al momento de repagar la deuda. O simplemente cuando los inversores se asustaran. Permitir que se aprecie el peso cuando se trata de deuda es definitivamente erróneo porque lleva a fluctuaciones cambiarias que son una fuente de inestabilidad.

Pero ¿y cuándo la lluvia de dólares llegó para quedarse? ¿Qué hay qué hacer si las commodities van a ser caras en forma permanente?

Como nadie puede arrogarse la soberbia del conocimiento del futuro (aunque este sea un pecado frecuente entre los economistas) nadie puede afirmar con certeza cual va a ser el precio de los granos en los próximos años. La incertidumbre obliga, por prudencia, a considerar al menos una parte de la mejora en el precio de las commodities como algo transitorio. Esto significa que impedir que el precio se aprecie mucho como consecuencia del súper sobrante de dólares de la economía es una decisión conservadora (por eso sorprende más que tanto economista conservador no lo vea así y proponga apreciar el peso, o lo que es lo mismo abaratar el dólar).

Hay más razones para impedir la apreciación del peso por la súper soja, o al menos demorarla lo que se pueda.

El desarrollo de un sector industrial que sustituya exportaciones, y eventualmente compita, tiene varios efectos positivos a futuro. Prevenir la apreciación del peso sostiene el ritmo de creación de empleo. Y la acumulación de reservas es una póliza de seguro frente a crisis financieras.

La historia no termina acá. La cuestión no es sólo el exceso de dólares sino quien se queda con esos dólares y a donde van. Si las divisas sobrantes de la soja van a financiar consumo del campo (ahora estigmatizado en la figura de la 4X4) entonces los dólares se compran con pesos que emite el banco central. Estos pesos o bien quedan en los bolsillos de la gente o bien hay que retirarlos emitiendo deuda. Es inflación o deterioro fiscal.

Sin embargo, ambos casos - comprar los dólares con pesos o con deuda - tienen algo en común: aumenta el stock de activos en pesos en relación al stock de activos en dólares. Si la demanda por activos en pesos (dinero o deuda) no sube (en el sentido de la curva desplazándose para arriba y no en el sentido de movimientos a lo largo de la curva) entonces el peso se deprecia en relación al dólar: pierde valor, y eso es inflación.

En cambio, si parte del sobrante se lo apropia el estado no es necesario que se emitan pesos y mejoran las cuentas fiscales. Las retenciones son entonces una forma de prevenir la apreciación del peso… siempre que el estado no se lo gaste.

Seguir creciendo con menos presiones inflacionarias (en jerga de economistas: la consistencia macroeconómica del modelo de tipo de cambio real alto) exige que el estado mantenga un nivel de ahorro alto. Una expansión del gasto público como la del año 2007 (creció 46% en el año, un ritmo al cual se duplica en dos años) es insostenible en el tiempo. Lo que significa que el gobierno está matando al modelo que le permitió llegar.

La historia de la enfermedad holandesa justifica la existencia de retenciones a la soja, por ejemplo. Sin embargo, no justifica cualquier nivel de retenciones y, por lo mismo, no justifica cualquier nivel de gasto público.

Pero cual sea el nivel adecuado no es una respuesta que corresponda exclusivamente a los economistas. El balance entre retenciones y gasto público tiene fundamentos económicos pero también sociales y políticos. El conflicto del campo muestra que las sociedades también se enferman cuando sobra.

sábado, 28 de junio de 2008

Lascano se suma a la desestabilización...

... y se resta del Grupo Fénix.

Me llegó de Abordajes, la carta de renuncia de Marcelo Lascano que transcribo:

Dr.
Leonardo Gak
Director Grupo Fénix

De mi mayor consideración:

Tengo el agrado de dirigirme a usted, a efectos de presentar mi renuncia en carácter de miembro del Grupo Fénix, que usted ha sabido dirigir durante años con singular acierto. El haber sido escogido desde el principio para tal función, ha sido para mi motivo de orgullo personal y de satisfacción intelectual. Pero sin perjuicio de ello, estimo que ha llegado la hora de asumir esta posición, porque desde hace tiempo considero que nuestro cometido ha sido satisfactoriamente cumplido, sobre todo si se tiene en cuenta que hace ocho años hemos roto aquel extendido silencio cómplice que venía acompañando políticas decisivamente malsanas para nuestro país.

Desafortunadamente, y al parecer confundidas autoridades y opinión pública por un ciclo mundial excepcional, no hemos podido ejercer influencia alguna para dar continuidad a nuestras ideas iniciales, que no se limitaban a promover meros ajustes equilibradores o a sanear cuentas, sino que proponían cambios estructurales que no se vislumbran hasta ahora. En efecto, la definición de una estrategia de inserción internacional por la que abogué explícitamente desde hace un año y medio, está todavía ausente, al igual que algunos desajustes estructurales que son la consecuencia directa e inmediata de un enfoque limitado de política económica, entre cuyas debilidades ostensibles aparecen, con nitidez, la energía, el transporte y las comunicaciones, sin pasar por alto distorsiones no sólo cuantitativas en el gasto publico, sino también carentes de los atributos de utilidad, productividad y rendimiento. La explosión de sospechados subsidios lo confirma. Ahora en total representan el equivalente a la inversión pública global que, no necesariamente, van en provecho de la gente.

Siempre he buscado ser cuidadoso en mis pronunciamientos para no comprometer al Grupo. Empero, resulta que éste frente a la opinión pública aparece íntimamente inclinado a favor del gobierno y en tal generalización prefiero no ser incluido, precisamente para evitar malentendidos y no perder la libertad de acción que procuré custodiar como una exigencia existencial inapelable, de la que estimo haber dado testimonio en las innumerables notas periodísticas y libros, sobre todo relacionados con las políticas económicas impuestas por el denominado Proceso y la identificada con el Régimen de Convertibilidad.

La circunstancia de que distinguidos miembros del Grupo desde hace tiempo desempeñen importantes funciones gubernamentales refuerza mi decisión, en tanto el concurso de los mismos se interpreta como una suerte de apoyo acrítico a la gestión gubernamental actual, inclusive en temas donde nuestro consenso no siempre existe, al margen de que algunas afirmaciones temerarias son difíciles de compartir, sin juzgar omisiones temáticas donde los traspiés son irrefutables e inducen a pensar que la política económica nada tiene que ver con la estrategia nacional que suele expresarse por vía diplomática. El endeudamiento público creciente constituye un caso elocuente, pues da vuelta la estrategia de desendeudamiento que acompañó la decisión de cancelar pasivos con el FMI, decisión que en su momento apoyé incondicionalmente, aunque con oportunas advertencias publicadas enseguida en LA GACETA de la Facultad. Precios en ascenso y eventual camino hacia la sobrevaluación del peso parecen capítulos silenciados a pesar de su trascendental importancia.

Sin ánimo de abundar, sinceramente, me incomoda que se me asocie con resultados o gestiones que son independientes de mi acción, mis sentimientos y aspiraciones como argentino adulto. De ninguna manera subestimo las mejorías en algunos indicadores, pero no puedo dejar de inscribirlas en un contexto mundial donde no se registran excepciones. Pero con la misma sinceridad no puedo menos que reiterar que por excesos en el tratamiento de cuestiones domésticas delegables, internacionalmente hemos regalado protagonismos, espacios e intereses con onerosos costos. El caso Brasil es emblemático. Mientras nosotros formulamos proclamas, el vecino ha sabido articular políticas que lo han posicionado en menos de un quinquenio como líder indiscutido de la región y con Pascal Lamy de la OMC como vocero de estos lares en el mundo.

El tema Guinea Ecuatorial confirma mis preocupaciones. Errores de evaluación nos han hecho perder, como lo recomendé entre nosotros hace unos dieciocho meses, abrir una ventajosa cabecera de playa en África que ahora queda disponible para diplomacias más astutas y menos principistas. Los previsibles desencuentros con Bolivia y su ostensible relación privilegiada con Brasil, también descolocan el interés argentino, hecho que no era imprevisible observando la estrategia expansiva de Itamaratí. No menos irritantes parecen las desinteligencias con Uruguay y Perú, por dejar las cosas en el vecindario, todo lo cual unido afectará, sin duda, la política económica y el porvenir argentino.

Para despejar cualquier duda que suponga oportunismos o malévolas intensiones, quiero informarle al Señor Director que en un encuentro casual con el Profesor Ruben Beremblum hace más de tres años, le expresé brevemente mi idea, en el sentido de que el Grupo Fénix ya había cumplido su cometido, de modo que me parecía innecesario continuar la tarea, al menos en el espíritu tradicional. No volví sobre el tema, pero luego mis inquietudes junto con el abandono y la deserción de algunos participantes, me confirmaron la legitimidad de la actitud que ahora expreso, sin negar la invalorable amistad y estima que siento por todos y cada uno de los integrantes del Grupo.

No puedo concluir esta presentación sin reconocer en Usted a un eficaz y eficiente Director, lo mismo que a la señora Mónica por su excelente trabajo en la Secretaría junto con el personal que ha sabido cumplir acabadamente su cotidiana tarea. A los miembros del Grupo les debo reconocer mi agradecimiento por su ejemplar conducta como colegas y generosidad de ideas y sin el mezquino temor de compartirlas como debe ser entre la gente de alta calificación moral.

Sin otro particular, reciba Señor Director las expresiones de mi consideración más distinguida.

Marcelo Ramón Lascano

Gaggero se suma a la desestabilización

Tan lejos como en octubre de 2007, para Kirchner los desestabilizadores no eran los ruralistas sino los "demandantes de inflación" (¿será una nueva versión de la inflación de demanda? No fueron pocos los pro-modelo que discutieron en forma más o menos abierta con el ex presidente y a todos los sumé a la campaña "desestablizadora".

La lista de los que se bajan espantados aumenta.

Ahora Jorge Gaggero se suma a la desestabilización.

De punto

Dijo el Ministro De Vido que sólo "pueden darse algunos faltantes puntuales" de gas oil ya que el mercado se "encuentra suficientemente abastecido". En octubre del año 2006, Guillermo "Lassie" Moreno nos decía que iba a "llover gasoil".

Bienvenida la moderación aunque todavía siento que más que puntual me toman de punto.

Nota al pie: El mismo artículo de Página 12 refresca que ya en octubre de 2006 los ruralistas cortaban rutas en protesta de un gasoil que se lo cobraban hasta 3 pesos el litro. Estoy a favor de las retenciones, ya lo dije varias veces, pero la falta de reacción e imprevisión de este gobierno aterra.

sábado, 21 de junio de 2008

La sociedad piquetera

El piquete me incomodaba mucho. Ya reconocí que podía ser un prejuicio clasista o un prejuicio economicista. O simplemente un prejuicio, y ya. Ahora no sólo me incomoda. Me molesta. Y el sentimiento agravado es resultado de la protesta del campo.

Primero, el método de protesta que el gobierno toleró y que, quizás, hasta prohijó fue usado en su contra. Hay algunos afuera regocijándose: tomaste de tu propia medicina Néstor, dicen los perfiles progresistas del mundo periodístico. Es un asunto menor.

Lo serio es que los piquetes condicionan a los gobiernos.

¿No fue la orden de reprimir en Puente Pueyrredón lo que resultó en el asesinato de dos piqueteros qué obligó a Duhalde a llamar a elecciones? Me parece que si no hubiera ocurrido, el cabezón se quedaba toda la vida (y no me hagan añorar el contrafáctico).

¿No fue el desabastecimiento lo que dio fuerza a la protesta del campo? Sí sólo se tratara de no comercializar granos no daba para tanto.

Condicionan a los gobiernos. Y si los condicionan son anti-democráticos porque los límites al poder ejecutivo están dados por los otros dos poderes, y nadie más.

Doy una vuelta.

Una de las frases que más escuché en estos días de ánimo destituyente es "no se puede gobernar sin el Peronismo". Ya se sabe, los radicales no terminan sus mandatos.

En estos tiempos violentos es un ejercicio de correlación espuria: si seguía Menem, y nos ahorrábamos el bonsai, la economía se estrellaba igual. Las condiciones de la crisis estaban. ¿O acaso Duhalde no se tuvo que ir?

No. O bien a la frase hay que acortarla a "no se puede gobernar...". O bien hay que reformularla. El asunto es que la reformulación sigue abierta.

De lo que estoy seguro es que o bien esta sociedad reformula un nuevo contrato donde excluye el piquete e incluye a los que menos tienen, o nos quedaremos con la frase corta.

viernes, 20 de junio de 2008

Que se queden... pero que se callen

De Martín Caparrós:

(...)
En honor a la Memoria –a la nuestra, a la que los recuerda–, por su honor –si les importa–, ¿no podrían dejar de hablar de todo eso, de los años setentas, de los años noventas? Ustedes hicieron lo que hicieron, y ni siquiera es tan grave. Al fin y al cabo, la Argentina está llena de personas que hicieron lo mismo: supongo que por eso los votaron a ustedes.
(...)
Un bonito artículo.

Nadie resiste un archivo

Kirchner hablando contra las retenciones en Las Parejas en 2002.



Y un político argentino, menos que nadie.

jueves, 19 de junio de 2008

¿Escuché mal?

Durante la conferencia de prensa de la Mesa de Enlace rural me pareció escuchar que Biolcati dijo algo así:

"Si la resolución 125 no hubiera sido dictada por una secretaría sino por el congreso el día 11 de marzo igual hubiéramos hecho todo esto"

Un par de cosas si fue realmente lo que dijo.

Una, al tipo le importa tres belines sí la norma es legal o no. Dos, sí el congreso se encolumna detrás de los K el conflicto del campo no termina con esto.

Así no se puede jugar.

domingo, 15 de junio de 2008

El fin del Kirchnerismo

Escribí acerca de lo difícil que era hacer política económica cuando te fugan un punto del PBI por trimestre y me llamaron "kirchnerista".

Se ve que mis lectores tienen poca memoria y se perdieron esta entrada de 11 meses atrás donde escribí que "es muy probable que, empezando en algún momento de los próximos 12 meses, la economía argentina desacelere su tasa de crecimiento en forma importante".

Lamento haber tenido razón y, en parte, por las razones equivocadas.

Así que ahora voy con otra predicción que en parte es retrodicción: se terminó el kirchnerismo. Y me aclaro rápido por la fácil acusación de "golpista".

Alguna vez Kirchner tuvo un proyecto integrador que llamó transversalidad. O, al menos, eso creyeron muchos (¿otro Chacho Alvárez?). Un grosero error político (CFK presidenta) y un grosero error económico (la expansión fiscal exagerada) lo devolvieron a un lugar del cual tal vez nunca quiso salir: el peronismo.

No cualquier peronismo. Uno que sobreactúa los derechos humanos y el protagonismo de los movimientos sociales; uno que es rehén de los sindicatos en la puja distributiva; uno lleno de corruptos (Jaime, De Vido) y no el sentido del clientelismo imprescindible sino en el peor sentido menemista del término corrupción. Es un sentido de la corrupción de un país sin futuro y sin cuentas donde el tren bala es mío, mío y mío. Kirchner se mostró ayer con lo peor del gabinete de CFK (y el suyo propio) porque al gabinete ya no le queda nada bueno: simplemente gente con alguna verguenza y otra, la peor, a la que nada pero nada le importa. Y esta última fue la que estuvo. Un peronismo que llama a las armas porque se vació de poder.

Que se entienda: del otro lado tampoco hay democracia. El "campo" puede tener razón en la queja pero la forma de la queja no es institucional. La rebeldía fiscal se resuelve en el Congreso y en los tribunales pero no cortando rutas y "atesorando" granos (como ahora la clase media "atesora" dólares).

Sin embargo, el gobierno viene derrochando la legitimidad de origen del 45% (y en esa ruta también derrocha la del otro 45). La protesta extendida del campo sólo es posible porque se insiste en el tren bala y se le echa fuego a la inflación. No hubiera sido posible si Kirchner no hubiera abandonado las consignas mínimas de buen gobierno y la promesa (nunca concretada) de la buena política a manos del exceso fiscal, el empobrecimiento (vaya contradicción: nunca hubo tantos recursos y tantos pobres a la vez), y la corrupción.

Lo que viene ya no es esa promesa sino un gobierno donde las tentaciones ocultas del peronismo se van a manifestar a pleno. Con D'Elia llamando a las armas (¿Moyano entendió ayer que este derrotero lleva a derrota qué no apareció?), Sunkel a la plaza, los Fernández hablándole a los suizos y donde el único kirchnerista que pidió moderación a todos fue... Diego Kravetz (y a donde llegamos si DK es la reserva moral y política del Kirchnerismo... y este es justamente mi punto).

Murió el kirchnerismo. Lo que viene es política de la peor calaña.

sábado, 14 de junio de 2008

Che

A lo mejor está debajo de la alfombra.
A lo mejor nos mira de adentro del ropero.
A lo mejor ese color habano es una seña.
A lo mejor ese pez colorado es guerrillero.
Yo juro haberlo visto de gato en azoteas.
Y yo corriendo por los hilos del teléfono.
Señor, ¿ha revisado bien adentro de su cama?
Oh John, ¿qué es esa barba que asoma en tu chaleco?
Debiéramos filtrar todas las aguas de los ríos.
Lavar todas las caras de los negros.
Picar la cordillera de los Andes.
Poner a South-América en un termo.
Dicen que en Venezuela montaba una guitarra.
Que en Buenos Aires entraba en bandoneones y Discépolos.
Que en Uruguay punteaba una milonga con el diablo.
Y en el Brasil vestido de caboclo bajaba a los terreiros.
Pero si ayer nomás saltó en Santo Domingo.
Si en Colombia era cumbia de los filibusteros.
Si yo lo vi esta mañana con su risa terrible
soltándose los duendes al espejo.
A mí casi me mata la otra noche,
se me subió con un millón de sátiros al sueño.
Ese lío en Bolivia es cosa suya.
Y esos ladridos en la noche no son perros.
Y esa sombra que pasa, ¿por qué pasa?
Y no me gustan nada esos berridos junto al pecho.
A lo mejor está en la pampa y es graznido.
A lo mejor está en la calle y es el viento.
A lo mejor es una fiebre que no cura.
A lo mejor es rebelión y está viniendo.

Humberto "Cacho" Constantini

jueves, 12 de junio de 2008

Dollar Fixation

"Los que cortan las rutas y los que se llevan los depósitos están desafiando el orden institucional" (un colega)

"Los argentinos estamos subsidiando al campo con el dólar alto pero no quieren compartir las ganancias" (algo así dijo el ex Presidente Kirchner y me lo señaló otro colega)

La fortaleza del modelo de peso barato es incuestionable: ¿dónde estaríamos con el modelo Convertibilidad si se hubieran fugado 15,000 millones de dólares? No hace falta preguntarlo: ya nos pasó. Se fueron 18 mil millones y explotó todo.

Sin embargo, hoy parece que no alcanza. Corren los depósitos y paran los camiones.

"Chocar la calesita" dice Asis.

"Con este precio de la soja gobernaba de la Rua" dice Melconián.

¿Es así? ¿Es realmente tan fácil hacer política economica en Argentina?

La comezón del séptimo año

1975: Rodrigazo - 1976: Dictadura
1981: Explotó la tablita - 1982: Malvinas - 1983: Retorno de la democracia
1989: Explotó el Primavera - Híper - Entrega anticipada del gobierno
1995: Tequila
2001 - 2002: Explotó la Convertibilidad - 5 presidentes en una semana

Dos cosas. Una, el Tequila es el único caso en el cual sobrevivió el régimen monetario-cambiario y no fue seguido por un cambio político mayúsculo. Otra, la frecuencia promedio es 7 años aproximadamente (y no hagan cuentas).

Sergio Berensztein, con una mirada desde el 1800 dice que tenemos ADN de Crisis. Yo creo que tenemos ADN de Crisis Financiera que se traduce en una fijación con el dólar. Me explico.

Todos estos episodios son huídas del peso en las cuales el dólar funcionó como reserva de valor. Son episodios de fuerte - y creciente - fuga de capitales.

Cuestión de peso

Empecemos por el peso barato. La evidencia muestra que los países que retrasan la apreciación de sus monedas crecen más rápido, con más ahorro e inversión y con algo más inflación.

El mecanismo parece ser el siguiente: el tipo de cambio alto genera una protección que mejora la rentabilidad empresarial en forma directa e indirecta. Las empresas invierten más presumiblemente financiándose en parte con sus mayores ganancias y la economía crece más rápido.

Los argentinos en cambio no reinvertimos, fugamos. No quiero discutir acá si la fuga es una respuesta correcta a un estímulo (el exceso de deuda y la apreciación en los noventa; o la fiesta de gasto de la elección de la hegeliana que continúa...). El asunto es que los argentinos volvemos a reaccionar fugando.

Hay piquetes de la pobreza, piquetes de la abundancia y piquetes de la clase media: los depositantes que se llevan dólares a las cajas de seguridad y a los colchones protestan y, como los otros, derraman costos para todos lados.

En el último año los argentinos fugamos más de 15 mil millones de dólares (Broda se equivoca, no son 18 mil, pero no importa aquí). ¿Se puede hacer política económica cuando te fijan uno o dos puntos del PBI por cuatrimestre? Semejante volatilidad macroeconómica complica al mejor policy-maker.

Tal vez no haya un régimen monetario y cambiario que resista los piquetes de los argentinos.

martes, 10 de junio de 2008

Reglamentarista

Según Grondona:

"El problema que tengo insoluble es con Demichelis. Porque Bayern Munich tiene como presidente a Rummenigge, un tipo muy reglamentarista, muy serio en este tema y no es elástico. El club no tiene obligación de cederlo y hay que tratar de no perjudicar al futbolista."

Voy a forzar un poco el argumento pero tenía que ser el capo del fútbol argentino para que el reglamentarismo (sic) y la seriedad sean un problema.

domingo, 8 de junio de 2008

Rossismo

Hace tiempo que quería escribir sobre Agustín Rossi. Ultra-Kirchnerista no es el prototipo de un legislador usualmente caracterizados por la labia y la retórica. Rossi parece, más bien, un político de barricada, lejos de payasadas ilustradas del tipo de la Coordinadora o cosas así, sin grandes cargos y sin figurar hasta llegar al Congreso de la Nación.

Me parece que Rossi es un fiel representante del gobierno. Ya no me engaño: aunque sea una sociedad política, el estilo y la sustancia no son la hegeliana cargada en Louis Vuitton y Armani sino el abogado hipotecario obsesionado con las rajaduras del poder (en el doble sentido de las grietas y las huídas, que son parte de la misma cosa).

Hace tiempo lo sigo a Rossi. A veces me parece simple (virtud); a veces esa simpleza se transforma en un razonamiento simplista e incluso primitivo (defecto) y, me parece, por su propia vocación. Es como si te dijera: esto es la política, no me jodas.

No te jodo. Esto es la política para el gobierno, no me jodas. Bien representada en el debate que apareció en Crítica por la siguiente interrupción de Rossi a un representante de la iglesia que transcribo:

"Marcó: –El problema es el fondo de las formas democráticas. Arranca en los superpoderes que el Congreso le otorga al Ejecutivo para fijar impuestos que teóricamente son una potestad del Legislativo. Me parece que en la democracia, el disenso...

Rossi (interrumpe): –Decime un país que funcione como vos querés."

A ver sí se entiende. El tipo le pintaba un pais deseable y Rossi le contestó que era imposible... peor, le contestó que era imposible acá y en cualquier parte del mundo.

Me anticipo al argumento de realpolitik: ¿y qué querés? ¿qué hagan política citando un libro de texto de ciencia política, de buenas prácticas?

Y este es mi problema básico con el Kirchnerismo, tal vez con el Peronismo. No se trata de que negar que el mundo fue y será una porquería, de negar que hacer política económica en Argentina cuando te fugan capitales por 3% del PBI en tres trimestres es imposible, de negar que el clientelismo político cumple una función (como sugiere, entre otros, Javier Auyero), de negar que los "buenos muchachos" están por todas partes, que tenemos una burguesía que vende sus empresas al mejor postor sin vocación y un campo al que nunca le fue mejor y que nunca se quejó tanto. No, todo eso es cierto y probablemente sea peor, mucho peor (por ahí, Obama ni siquiera es el cambio).

El asunto es que parten del supuesto que todo eso es completamente inmodificable y hay que parecerse en el mejor de los casos (y lo llaman pragmatismo) o que todo eso está bien y lo potencian en el peor (y se llama cinismo o, quizás, rossismo).

Y en esto, no puedo estar de acuerdo.

viernes, 6 de junio de 2008

El enemigo en casa

Cuenta Crítica que cuenta Telam (¿lo echaran a Granovsky por esto?) que CFK inauguró las oficinas de Google en Puerto Madero ensalzando a... Bill Gates. Supongo que no la invitarán a inaugurar las nuevas tribunas de la Bombonera recordando a ese gran jugador... el Enzo.