Hace sólo cuatro días escribí una apostilla (¿cómo se traduce post, por favor?) con dos críticas a Telerman: una personal, la otra técnica. La personal fue su comentario acerca de Aníbal Ibarra ("Entre las muchas virtudes que tiene Aníbal, la economía no es su fuerte") cuando aquel le cuestionó el presupuesto 2007 de la ciudad. La técnica fue simplemente señalar que los argumentos acerca de aquel proyecto, muy cuestionado, debían ser escuchados porque tenían fundamento´.
Ayer Telerman se cargó a Guillermo Nielsen quien se negó a negociar el presupuesto, según las crónicas de hoy. Ya veremos que dice mañana al respecto. Y Nielsen le pagó a Telerman con la misma moneda de aquel:
"(Telerman) cree que gobernar es recibir artistas"
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